Video installation
2023
Electrosmog is a multichannel video installation produced from recordings of the radio waves which traversed the centre of Santiago de Chile during the recent series of riots (estallido social). The project explores the relationships between power and information underlying the political repression against a spontaneous movement still searching for answers.
2024 Barridos, Galería Araucaria, Barcelona (curated by Carlos Zúñiga)
2023 Microtopies, Gràcia Territori Sonor, Barcelona
2023 Off Llum BCN, FX Animation, Barcelona (produced by Poblenou Urban District)
2023 Perspectives 2023, CICA Museum, Gimpo, Kr (5 digital prints)
2022 About the Light, Palau Dalmases, Barcelona
Thanks to: Xavi Vinaixa, Constanza Ternicier, Cristian Jara Toro, Milena Flores, Paul Eskatz, Floy Krouchi, la primera linea.
/ESP/
“Las acciones transgresoras buscan desorientar el orden simbólico, alterar el trazado que aquieta (y clausura) el contorno de lo social y distribuye las jerarquías de lo visible y lo enunciable”
(Ticio Escobar)
Durante los primeros meses del estallido social chileno, encerrados en un departamento en la dicha zona cero, con un cuartel de carabineros como vecinos y al resguardo de las lacrimógenas y la violencia policial que en ese momento reprimía con brutalidad la protesta de los chilenos, comencé a captar las radiofrecuencias del entorno con un sintonizador de TV digital barato y algunos hackeos. Entonces accedí a un espectro electromagnético infinito, cascadas de pixeles vibrantes, campos de colores secuenciados, iterados, hipnóticos, drones en estática mutación. Registrar esas imágenes se volvió necesidad, motivado por el afán de fijar esa materia sensible y táctil: asegurar su existencia.
¿Cuál es la naturaleza de la información que recibimos, generamos y re-transmitimos continuamente? En la era digital, cuando la data está cada vez más desvinculada de su soporte, en tanto las nubes de contenidos se almacenan de forma inagotable en un no lugar que escapa a nuestra percepción; re-situar y re-apropiarnos de la sustancia física de la comunicación resulta estimulante y necesario. Porque los datos nos están atravesando y bombardeando sin darnos apenas respiro: celulares, routers, ordenadores, servidores, videovigilancia, bomberos, policía, ambulancias, tráfico aéreo, marítimo y sub-marítimo civil, militar, pesquero, comercial, de ocio; radiodifusión y radioaficionados; televisión digital; comunicación satelital, GPS, meteorología, exploración espacial; contadores de electricidad, termostatos digitales, smart objects; y una larga lista de ruido y furia.
Electrosmog nos acerca al código puro, a un significante sin dobles, y derriba a todos los demás agentes del modelo comunicativo en esa búsqueda de pureza sensata y palpable. Un cortocircuito que ignora intencionalmente la inteligibilidad de la comunicación.